Se prevé que el proyecto chileno sea similar al buque hospital español «Esperanza del Mar».
Con el objetivo de apoyar la reducción de las abultadas listas de espera en el sector público de salud, la Fundación Acrux, que realiza operativos médicos en zonas remotas, impulsa una nueva modalidad de atención para casos no GES: un buque hospital que recorra las costas chilenas.
Al ser móvil, podría priorizar necesidades interregionales y sumarse en emergencias, explica la ONG. De concretarse, Chile sería el primer país de Latinoamérica con un hospital flotante. Tripulado por la Armada, sería atendido por el Ministerio de Salud.
Según un estudio preliminar de la fundación, se prevé que su diseño sea similar al español «Esperanza del Mar» (en la foto). Incluiría 20 salas de consultas médicas, seis de procedimientos, cuatro pabellones y 16 camas de recuperación, además de servicio de imagenología completo y un laboratorio. Podría realizar 66 mil consultas anuales, 5.632 cirugías y 215 mil exámenes de laboratorio.
Para el director ejecutivo de la fundación, Roberto Levín, «es una fórmula eficiente y rápida que contribuiría a disminuir las listas y los tiempos de espera». Destaca que complementará la red hospitalaria del país con médicos especialistas. Uno de sus beneficios, enfatiza, es que su trabajo «no se corta ante las frecuentes emergencias que tiene el país. Puede llegar precisamente a aquellas zonas que tienen las más altas demandas de atenciones y necesidades de especialistas médicos».
El proyecto fue presentado el martes a la comisión de Salud del Senado, donde la ministra de Salud, Ximena Aguilera, lo vio con buenos ojos. Los próximos pasos son lograr el compromiso del Gobierno y obtener financiamiento, el cual, según la fundación, debiera estructurarse con participación pública y de empresas, «en particular del rubro salud». Uno de los interesados, comentan quienes trabajan en el tema, podría ser la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).
Fuente: elmercurio.com