“Hoy y mañana en Linares en Operativo Médico organizado por @fundacionacrux junto a un equipo de pediatras, oftalmólogos, tecnóloga de oftalmología y enfermeras, en el Cesfam Valentín Letelier hemos podido atender a los niños que han asistido durante esta jornada”.
Era diciembre de 2017 y el médico cirujano y pediatra Dr. Enrique Paris contaba a su comunidad en redes sociales sobre su experiencia y participación en uno de los operativos médicos de Fundación Acrux, que realizó en Linares, Región de El Maule.
No obstante, esa no era la primera vez que el exministro de Salud y expresidente del Colegio Médico era parte de esa experiencia. Hace al menos 12 años que está relacionado de algún modo con Fundación Acrux. Primero fue como voluntario en diversos operativos médicos, luego como pilar estratégico en su rol de presidente del Colegio Médico entre 2011 y 2017. Más tarde, cuando dejó ese cargo, fue invitado a participar del directorio de la fundación, responsabilidad que se vio obligado a dejar en 2020, cuando fue llamado a liderar la emergencia sanitaria del COVID-19 como ministro de Salud.
“Me pareció muy interesante y acorde con la voluntad de servir, de ayudar al prójimo, la posibilidad de hacer operativos médicos para solucionar los problemas de salud de la gente más desvalida y sobre todo de regiones extremas. Es así como se inició un trabajo de colaboración intenso con el Colegio Médico, que participaba entregando apoyo en base a médicos y también colaborando con certificados, diplomas o algún reconocimiento mínimo para los médicos que participaban en los operativos. Desde ese momento comenzó mi relación con Acrux”, cuenta el Dr. Enrique Paris, quien actualmente se desempeña como presidente del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (USS).
El especialista agrega que “si bien cuando fui presidente del Colegio Médico colaboramos, cuando vimos que cada vez había más necesidades y más peticiones de las regiones, y por ende más problemas de salud en zonas muy apartadas, me entusiasmó enormemente participar en esta fundación. Creo que cumple una función primordial y esencial ya que otorga salud de calidad, salud de alta tecnología y cercana al paciente, en aquellos lugares donde desgraciadamente aún hay personas que esperan por meses la atención para solucionar sus problemas”.
El Dr. Enrique Paris, junto a otros voluntarios, en operativo médico realizado en Linares en 2017.
Paris destaca que una de las cualidades que distingue a Fundación Acrux es la resolutividad de las atenciones que otorga, con operativos que se planifican para entregar una atención integral y así evitar un nuevo ingreso a las listas de espera. “Muchas veces la gente se sorprendía porque la gracia que tiene Acrux es que uno es capaz de solucionar los problemas casi de inmediato. Es decir, yo como pediatra veía a un niño que requería de una radiografía, ésta se tomaba de inmediato y yo mismo iba a verla para luego entregar un diagnóstico, o sea, estamos hablando de una atención realmente de altísima calidad. Esto es como el sueño de lo que significa una buena atención en salud porque nosotros hacíamos la anamnesis, el examen físico, el diagnóstico, tomábamos los exámenes de laboratorio, tenía el resultado ahí mismo, incluso repartíamos los medicamentos, es decir, una atención completa. Además de eso, dejábamos conectado al paciente siempre con los equipos de salud locales y esto es muy importante recalcarlo, ya que hay que trabajar coordinadamente con los equipos de salud locales. Esto es algo que destaco mucho, la colaboración, la cooperación, y la interacción con los equipos locales que es fundamental siempre”.
El doctor recuerda una anécdota ocurrida en uno de los operativos que realizó durante su periodo en el gremio médico, donde la gente se sorprendía de verlo colaborando en tareas administrativas. “Recuerdo que una vez me tocó repartir las fichas clínicas en un lugar muy apartado dónde había que caminar por barandas de madera y la gente quedaba muy sorprendida porque veían al presidente del Colegio Médico o a esta persona, repartiendo las fichas clínicas para ayudar a que la atención fuera completa y quedará registro”.
Asimismo, comentó que, durante su participación en los operativos, la fundación comenzó a utilizar la atención a distancia para informar exámenes y así tener los diagnósticos y respuestas más certeras para los pacientes de manera más inmediata. “Recuerdo que también empezamos a transmitir exámenes a distancia y en eso yo creo que fuimos pioneros. Se hacía una ecografía, se transmitía y el otro día teníamos la información, la que se le entregaba al paciente. Eso demuestra que se trata de una labor muy satisfactoria, de alta calidad, muy humana y que ennoblece a la Fundación Acrux y a sus colaboradores como La Armada”.
Además, el facultativo destacó lo relevante de la colaboración público-privada para avanzar en la resolución de problemas de salud de todos los chilenos. “La colaboración público-privada demostró ser altamente exitosa durante la pandemia y en este caso, antes de que ocurriera la pandemia, ya se llevaba a cabo gracias a la Fundación Acrux, o sea, el reconocimiento que tiene la fundación, el apoyo que recibe de muchas empresas privadas que de forma anónima incluso hacen aportes ya sea en equipamiento, en medicamentos, en técnicas de laboratorio, es fundamental y creo que debe ser aprovechada para cualquier reforma al sistema de salud chileno”, sostuvo.
En noviembre pasado, y dado que la pandemia suspendió una serie de eventos, entre ellos su ceremonia de despedida, es que la fundación le entregó al Dr. Enrique Paris un reconocimiento a su trayectoria y su contribución a la salud pública en Chile.
Roberto Levin, director ejecutivo de Acrux, explicó que se trata de una tradición que estaba pendiente por la emergencia sanitaria. “Producto que el Dr. Enrique Paris tuvo que asumir rápidamente su cargo como ministro de Salud y estábamos en plena pandemia, es que no habíamos tenido la oportunidad de agradecer su contribución tanto a la fundación como a la salud pública y a la resolución de listas de espera. Es por eso que lo invitamos a un almuerzo y fue ahí que hicimos un pequeño homenaje por su gran aporte como voluntario, director, autoridad de salud, así como por su impecable trayectoria y toda su experiencia”.
En un almuerzo de camaradería, se le entregó un libro sobre ciencia y medicina con el cual el Dr. Paris se mostró muy conmovido. “Agradezco al directorio de la fundación por el reconocimiento. Lo recibo con mucha humildad, pero con mucho orgullo y muy agradecido”, sostuvo.